El Vaticano ordena apartar cautelarmente al párroco de Riells de Montseny
El Vaticano ha ordenado al Obispado de Girona que aparte cautelarmente del cargo al rector de la parroquia de Riells del Montseny, Jaume Reixach, después de que el obispo Francesc Pardo decidiera mantenerlo en su puesto y descartara que éste hubiera mantenido relaciones con un homicida confeso.
El Obispado de Girona ha informado hoy de que trasladó al Vaticano el resultado del expediente informativo sobre este sacerdote abierto por unas declaraciones que hizo Eulogio Lumalang, el presunto autor de la muerte el pasado 5 de diciembre de Oucleidson Kekeo Moraes do Nascimiento, un joven brasileño de 22 años que vivía en casa del cura en Blanes (Girona).
El obispado cerró en febrero el expediente informativo que abrió el pasado diciembre después de que Eulogio Lumalang, español de origen filipino de 44 años que confesó haber apuñalado al joven brasileño asegurara que Jaume Reixach mantenía relaciones sexuales con él a cambio de dinero y drogas.
El obispo Francesc Pardo informó en febrero que, "después de haber hecho las consultas oportunas, (Reixach) continuará ejerciendo su servicio de rector de Riells del Montseny hasta el momento de su jubilación canónica".
La investigación realizada desde el obispado descartó que el párroco mantuviese algún tipo de actitud "reprobable", a pesar de las acusaciones de Eulogio Lumalang.
Jaume Reixach fue ratificado en su función sacerdotal y el obispo le agradeció que siguiese sus recomendaciones y dejase de impartir misa en Riells del Montseny, pese a que no estaba apartado del servicio.
El homicida explicó ante el juez que había conocido al párroco, que actualmente tiene 74 años, en su país, Filipinas, en un bar de público mayoritariamente homosexual y que le había ayudado a viajar a Blanes.
Cuando el Vaticano ha conocido el caso y ha recibido el expediente informativo del obispado gerundense, ha decidido "imponer unas medidas cautelares a mosén Jaume Riexach" previstas en el canon 1722 del Derecho Canónigo, que comporta, entre otras cosas, "la remoción del cargo de rector de Riells de Montseny".
En un comunicado, el Obispado de Girona ha asegurado que la finalidad de estas medidas cautelares es "garantizar la libertad de acción a la justicia civil y canónica y la tutela de los derechos y de la buena fama del sacerdote mientras se desarrolla la investigación en curso".
El Obispado de Girona ha manifestado también su "compromiso con la tutela del bien público de la Iglesia y, en especial, de los derechos de todos los fieles".
En su nota, el Obispado también expresa su solidaridad "con todos aquellos que están sufriendo por los hechos antes mencionados" y ruega "encarecidamente a todos los fieles que acojan esta decisión cautelar de la Santa Sede con espíritu de comunión".
"Toda la comunidad diocesana, en comunión con el Sucesor de Pedro y unida fraternalmente con su obispo Francesc en una plegaria confiada al Padre, rico en compasión y misericordia, espera con ansias el momento en el que la verdad resplandecerá, y con ella, la justicia y la paz", concluye el comunicado del obispado gerundense.
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