Croquetas de cebolla caramelizada y queso de cabra
Es indiscutible que las croquetas han ido evolucionando a lo largo de los años. En mi niñez, por ejemplo, sólo comía croquetas de pollo y croquetas de jamón. Poco a poco hemos ido comprobando como llegaban a los supermercados otro tipo de croquetas, y, es más, en los crecientes negocios denominados gastrobar han tomado mucho protagonismo las distintas variedades de croquetas, convirtiéndose en una tapa muy demandada: croquetas de foie, croquetas de morcilla, croquetas de queso, croquetas de......Mi propuesta de hoy es la de unas riquísimas croquetas de cebolla caramelizada y queso de cabra. En principio sólo las iba a preparar de cebolla caramelizada, aunque decidí aprovechar el rulo de queso de cabra que tenía en la nevera y ponérselo también, emulando a los riquísimos canapés de queso de cabra y cebolla caramelizada. Las croquetas pasan a convertirse en un bocado gourmet....
INGREDIENTES (sobre 30 croquetas):
Para la cebolla caramelizada:
500 gr. de cebolla
125 gr. de azúcar moreno
Vinagre de Jerez
Sal
Aceite de Oliva virgen extra
Para la masa de las croquetas:
La cebolla caramelizada
100 gr. de queso de cabra
100 gr. de harina
750 ml. de leche entera
Una cucharada de mantequilla
Sal
Pimienta
Para rebozarlas:
Harina
2 huevos
Pan rallado
Aceite de oliva suave para freír las croquetas
PREPARACIÓN:
En una sartén, con dos cucharadas de AOVE pochamos la cebolla cortada en brunoise. Cuando ya esté transparente añadimos el azúcar moreno y la sal, dejamos hasta caramelizar completamente. En el último momento añadimos el vinagre al gusto, según nos guste más o menos su sabor y dejamos reducir unos minutos. Retiramos del fuego y dejamos que se enfríe (podemos hacer más cantidad y meter en botes esterilizados y guardarlo para canapés o acompañamiento de otros platos).
En otra sartén pondremos la mantequilla y y cuando se haya derretido añadimos la harina y removemos bien hasta que ésta se tueste. Entonces vamos añadiendo la leche poco a poco sin dejar de remover con unas varillas manuales. Cuando se haya disuelto y no haya grumos añadimos la cebolla caramelizada, removemos y añadimos el queso de cabra sin la piel exterior. Integramos todos hasta que la masa espese y el queso se haya derretido completamente. Salpimentamos. Dejamos enfriar la masa en una fuente, tapada con film transparente y cuando esté fría llevamos al frigorífico durante unas horas o hasta el día siguiente.
Pasado este tiempo vamos haciendo bolitas con la masa, pasándolas por harina, después por huevo, de nuevo por harina (para evitar que el queso se salga durante la cocción), de nuevo por huevo, y por último por pan rallado. Freímos en tanda de cinco en abundante aceite de oliva a una potencia media alta constante (yo en el 6 o 7 de la vitrocerámica). Sacamos y dejamos sobre papel absorbente para que suelten el exceso de aceite. Servimos. Las que no vayamos a consumir las guardamos en un tupper en el que espolvorearemos un poco de pan rallado y depositaremos separando las capas con papel de aluminio para evitar que se peguen unas a otras. Luego, cuando las vayamos a consumir, freiremos congeladas, sin necesidad de descongelar.
Las croquetas son un buen fondo de congelador, ideal es tener variedad de ellas en el congelador para hacerlas surtidas, para sorprender a las visitas improvisadas.
Feliz lunes.
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