DANONE Yogures con dióxido de titanio
La industria alimentaria es un sector especialmente proclive a condimentar sus productos con una enorme variedad de agentes químicos cuyo objetivo es hacer más atractivos los alimentos que comercializan. Colorantes, conservantes, espesantes, potenciadores del sabor y una amplia gama de sustancias químicas son añadidas sistemáticamente a los alimentos en detrimento de la salud de los consumidores que ingieren auténticos cócteles de insospechados efectos. El pasado 3 de junio, una ciudadana estadounidense lanzó una petición en la red para pedirle a Danone que no añada dióxido de titanio (TiO2) en el yogur tipo griego.Las nanopartículas TiO2 se utilizarían para potenciar la blancura de los yogures. El TiO2 es un aditivo alimentario que podemos encontrar en las etiquetas identificado como E171. A parte de los riesgos potenciales que se asocian al nado dióxido de titanio, la estadounidense Kristi Arnold se queja ante Danone de que "no tenemos necesidad de que los yogures sean más blancos". La autor de la iniciativa suplica a la industria alimentaria para que "dejen de contaminar nuestros yogures con metales inútiles".
En apenas dos días, la petición de Kristi había recogido 32.000 firmas. Resulta llamativo que una propuesta procedente de una persona que se expresa a título personal y no a través de una asociación de consumidores, sea la primera petición concerniente a esas nanopartículas en la alimentación. La asociación francesa France Nature Environnement (FNE) mantiene una demanda desde 2007 para lograr una moratoria sobre las nanopartículas de uso no medicinal que puedan entrar en contacto con las personas y la alimentación. La propia Agencia Nacional de Seguridad Sanitaria y de Alimentación francesa ha reconocido que hasta ahora, los estudios relativos a la exposición a las nanopartículas por vía oral, han sido muy limitados. Una gran mayoría de productos conteniendo nanomateriales pertenecen a la rama de salud, belleza, moda y cosmética. El nanomaterial más expandido es la plata coloidal (nanopartículas de plata), sospechoso de provocar efectos nefastos en el medio acuático, perturbar el funcionamiento de las estaciones depuradoras y se sospecha también de que pueda aumentar el riesgo de desarrollar bacterias multiresistentes a los antibióticos.
La introducción de nanopartículas en productos de consumo está siendo objeto de un incipiente debate en Europa, donde sólo algunos productos están obligados a informar sobre la presencia de dichos nanomateriales: cosméticos (desde julio de 2013), biocidas (desde septiembre de 2013), la alimentación no deberá etiquetar las nanopartículas hasta septiembre de 2014. La evaluación de los riesgos para la salud de las personas expuestas a los nanomateriales resulta muy complicada y muchos científicos creen que es necesario estudiar caso por caso. Para el consumidor, es útil saber que los potenciales riesgos de exponerse a nanopartículas provienen de aquellos productos que absorbe la piel (cremas solares, pasta de dientes y cosméticos en general) y que se inhalan (pinturas, aerosoles etc).
En Estados Unidos, la Food and Drug Administration (FDA) permite que los productos alimentarios que contengan menos de un 1% de dióxido de titanio (E171) no están obligados a informar de ello en las etiquetas.
Actualmente, según el último inventario llevado a cabo por el Think Tank estadounidense "Project on Emerging Nanotechnologies" (PEN) del Woodrow Wilson Institute de Washington, en todo el mundo se comercializan 1.628 productos conteniendo nanomateriales, 440 de los cuales se encuentran en el mercado europeo. Estas cifras son muy cuestionadas por las asociaciones europeas que sospechan que el número es mucho mayor.
stagduran
Enviado desde mi iPad
No hay comentarios:
Publicar un comentario