Una llamada de auxilio en la etiqueta de un vestido
Rebeca Gallagher se compró un vestido en Primark para este verano. La joven, residente en Gowerton, al sur de Gales, eligió uno de los económicos modelos que vende la firma irlandesa, se lo probó y se lo llevó a casa. Allí, lo sacó de la bolsa y lo examinó con cuidado para cortarle las dichosas etiquetas, ésas que parecen pergaminos interminables. Fue justo en ese momento cuando la joven se encontró con una sorpresa no del todo agradable.
En la etiqueta, en vez de poner la marca, la talla y la composición, alguien había dejado un mensaje de socorro. "Forced to work exhausting hours", ponía. Traducido al castellano quiere decir: "Obligados a trabajar exhaustos durante horas". Rebeca pensó, acertadamente, que se trataba de una llamada de auxilio de los trabajadores que hacen la ropa para la multinacional.
Investigación abierta
Preocupada por el asunto, la chica, de 25 años, se puso en contacto con Primark para contarle lo sucedido. Un portavoz de la empresa fue quien la atendió y le pidió la prenda para investigar lo sucedido. Segun le contó a la joven, es la primera vez que les sucede algo así.
Lo cierto es que Primark, como otras firmas de ropa, fabrica sus prendas en países del Tercer Mundo. Algunas de estas empresas compran la ropa a precios irrisorios a negocios que contratan a personas por sueldos exiguos y las obligan a trabajar durante jornadas maratonianas.
Derrumbe en India
Precisamente, la cadena irlandesa se vio envuelta en un turbio asunto el año pasado. En abril una empresa de Bangladesh se derrumbó y dejó atrapados a los trabajadores que se encontraban en ella, algunos, al parecer, sufrían condiciones cercanas a la esclavitud. Más de mil perdieron la vida. Entonces, muchas voces acusaron a la multinacional de abusar de sus operarios en este país. La firma lo negó y, además, se comprometió a indemnizar a las víctimas de la tragedia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario