El cura Lezama, el Papa Francisco y el Chupa-Chups
El Economista America - 10:06 - 11/02/2014
Luis de Lezama no es un sacerdote más, 'el cura empresario', 'el cura innovador' o simplemente 'el cura' es un ejemplo de la modestia que profesa el sacerdocio español: capaz, en su caso, de promover el empleo y la formación profesional de jóvenes marginales y de obsequiar al Papa Francisco un Chupa Chups con la forma de un corazón.
Y es que el padre Lezama es un ejemplo absoluto del emprendedor español. Este sacerdote de Amurrio ha celebrado recientemente los 25 años de uno de sus negocios más emblemáticos, el restaurante Taberna del Alabardero, en pleno Washington, lugar en el que se citan mandatarios y lo más granado del D.C y que tiene el honor de ostentar el título de ser el primer establecimiento hostelero español en Estados Unidos
El promotor del Grupo Lezama, que cuenta con diversas sociedades hasta tener una fundación, tres escuelas de hostelería, hoteles y más de 20 restaurantes en todo el mundo -algunos de los más famosos de Madrid, Marbella o Sevilla -entre ellos, la 'Taberna del Alabardero' de la capital de España-. Asimismo, su visión de futuro llegó muy pronto y de manera firme a las nuevas tecnologías. Basta como ejemplo los canales 'online' de sus escuelas de hosteleria, que cuentan con más de 10.000 alumnos 'on line'.
Precisamente ha sido en el D.C donde se ha producido este encuentro público con el Papa Francisco, en conmemoración de estos 25 años de actividad hostelera. Y como recuerdo, la piruleta que el padre Lezama regala al Papa, como símbolo tanto de su buen corazón como de su humildad.
Modestia... y una piruleta
Y es que si hay un rasgo que le ha caracterizado además de su capacidad para montar empresas ha sido su lucha contra la pobreza, la marginación y el analfabetismo. Una vez allí y frente a un menú regado con los productos españoles más típicos (desde 'gambas al ajillo' hasta 'crema catalana') comenzaba la charla.
La modestia de Lezama tuvo su réplica en el Papa Francisco, quien asombró al español por su sencillez; hablaron sobre los niños de su parroquia e incluso el pontífice se interesó sobre la rutina diaria de un sacerdote imperturbable, cuya base de vida reside en las personas, involucrando en su existencia cotidiana a sus más humildes -y difíciles- parroquianos.
"Soy muy feliz siendo cura", afirma Lezama, quien además de sacerdote y empresario ha sido periodista y escritor, y está a punto de publicar otra novela, 'El buque de Bilbao', ambientada en la Guerra Civil española.
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